María Ángeles nos cuenta los beneficios que ha encontrado en la marcha nórdica para su linfedema de grado uno:
«Mi experiencia en marcha nórdica es muy beneficiosa. Llevo ya casi cuatro años, desde que empecé a practicar este deporte, he mejorado notablemente mi linfedema de grado uno.
La hichazón de mano y brazo han bajado, y con ello el edema (de ahí viene la palabra linfedema). He notado sobre todo mejoría en la movilidad del brazo, menos dolor y rigidez en el esternón. Puedo subir el brazo con mayor soltura, cosa que antes me costaba.
Además, al caminar con los bastones aplicando la técnica, noto menos dolor de espalda y camino más recta.
Estoy muy contenta de haber conocido todos los beneficios que tiene hacer marcha nórdica, tanto por mi linfedema como por los buenos resultados de movilidad.»