La higiene postural se consigue con una buena alineación corporal, y es un camino a recorrer que será diferente para cada una de las personas, ya que estará condicionado por las diferentes fisionomías, por el conocimiento anatómico y por la coordinación de cada uno, entre otros aspectos.
Sobre todo, para corregir y reeducar la postura hay que ser conscientes, lo cual implica decisión propia de querer mejorar, además de ser constantes en la práctica para interiorizar el gesto postural en el día a día, incluso cuando caminamos sin más.
Los bastones de marcha nórdica ayudan a mejorar la postura, pero no son mágicos, por tanto nuestra voluntad es clave para conseguir buenos resultados.
El objetivo se conseguirá más facilmente si comprendemos el mecanismo articular, óseo y muscular de nuestro cuerpo.